Conocido como el “Tablescape” , poner la mesa  es un arte en sí mismo: platos, vasos, servilletas y cubiertos se tienen que colocar en el lugar adecuado.

Para decorar la mesa, es necesario un bonito centro  con un jarrón y flores frescas. La iluminación también juega un papel muy importante. Las velas en candelabros o portavelas ofrecen iluminación así como  una estancia más acogedora. Se puede jugar con los colores de la vajilla y los vasos sencillos  que pueden entrar en sintonía con un bajoplato de otro color o estampado.

A la hora de colocar los cubiertos, tendremos que poner correctamente los cubiertos y no olvidarnos de nuestros invitados zurdos que  les encantará el detalle de poder empezar a comer con los cubiertos en su sitio correcto.

Es fundamental tener un vaso para cada bebida.  Se suele colocar el vaso del agua en el extremo derecho, después el vaso de vino blanco y otro para el vino tinto. Si alguien se decide por beber cerveza, se pueden retirar los vasos de vino de la mesa para poder tener más espacio. En una ocasión especial deberá ponerse las  copas de champagne para celebrar la ocasión.

No podemos olvidarnos de las servilletas. Se puede colocar de diferentes formas según nuestro gusto y unas bonitas paneras para que los invitados cojan el pan libremente.

Para que nuestra mesa luzca debemos recordar que hay que evitar: palillos de dientes sobre la mesa, sobrecargar la mesa, colocar ceniceros o poner macetas con tierra porque no darán el aspecto dulce y delicado que queremos ofrecer.